Me gusta darme cuenta de que se ha hecho de noche. Me gusta la luz tenue. Me gusta quedarme callado más de dos minutos seguidos con alguien y poder reírme de nada. Me gusta saber que queda poco para el final de algo malo. Me gusta la lluvia desde dentro. Me gusta oír que no llaman a mi puerta. Me gusta el olor de los desayunos a mediodía. Me gustan los de momentos.
No me gusta la rutina. No me gustan los gritos. No me gustan los motivos a destiempo ni como suenan las puertas cerrándose. No me gusta el frío por la mañana ni las miradas insípidas. No me gustan los collares de perlas. No me gustan los momentos obligatorios ni los diestros que te ofrecen su mano izquierda. No me gustan las fechas que nos recuerdan que no tenemos memoria.
Me gusta como suena la libertad. Me gusta el mar. Me gusta volver a casa y saber que aún queda esperanza. Me gusta que los pájaros me despierten. Me gusta el otoño. Me gusta el viento cuando se para. Me gustan las mesas llenas y las miradas impacientes. Me gustan las caricias sin querer y los tiempos muertos de las tormentas. Me gusta poder pensar que tengo suerte de poder pensar.
No me gusta saber demasiado. No me gustan las palabras escupidas ni los suelos de hormigón. No me gusta el ruido. No me gustan los juegos tontos ni las tardes tiradas a la basura. No me gusta echar de menos. No me gusta tener razón cuando las lágrimas quieren dar un paseo. No me gustan las colas. No me gusta que alguien me diga lo que tengo que hacer para tener que hacer lo que no me gusta.
Me gustan los suspiros sin previo aviso. Me gusta crujir los dedos. Me gusta sentarme a ver como se acaba el día y ser consciente de ello. Me gusta saber que me equivoco. Me gusta recordar momentos que merecieron la pena ser recordados. Me gusta el sabor agridulce de las despedidas. Me gusta mirar como se funde la mantequilla en el pan caliente. Me gusta empezar de nuevo.
No me gustan las cadenas en las farolas. No me gustan los retrovisores en los aeropuertos. No me gustan los buenos días si son de arrepentimiento. No me gusta llevar la contraria. No me gusta cazar mariposas ni hacer ganas sin tenerlas. No me gusta morder un palo para menguar el dolor. No me gusta saber que pierdo. No me gusta saber que no sé lo que estoy haciendo.
Me gustaría poder despertar siendo otra vez pequeño.
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