RECTIFICAR ES DE NECIOS


RECTIFICAR ES DE NECIOS
https://www.youtube.com/watch?v=qxmcQGeNcMc




Es normal que la resignación sea fruto del desengaño porque a veces el tiempo en vez de poner las cosas en su sitio las mueve y lo que parecía justo, ahora es la gotera sobre nuestra cama. Que no hay una verdad absoluta pero que en el fondo sabemos lo que nos toca y cuando ya no hay marcha atrás la única opción es apretar los puños y gritar hacia dentro.


Rectificar es de necios, tanto que no hay nada tan bueno como hacer algo mal y nada más bello que la imperfección de un cuerpo demacrado. Nada como una mirada cómplice o un susurro que no diga nada, porque las palabras a veces sólo sirven para empeorar las cosas y las caricias para que todo sea más violento en un mundo en el que la soledad nos acompaña.


La vista atrás no sirve de nada si la sensación es de cansancio, las ampollas duelen de soledad y los ojos lloran porque no saben que se siente al sentir algo. Un camino recto es importante sólo si puedes caer a los lados, pero amigo, no vale de nada llegar a tu final si has seguido el camino con rectitud sin siquiera pararte a mirar la belleza de lo que estaba pasando a tu alrededor, sin saber que estabas vivo.


Al final nos contemplaremos a nosotros mismos con la sensación de haber llegado a nuestra jaula a tiempo con el mensaje, pareceremos felices porque creeremos que alcanzar la meta era el objetivo del camino pero un segundo antes de llegar sabremos que el verdadero objetivo era el propio camino y que tuvimos la oportunidad de haberlo vivido pero que ya no podremos volver atrás.


Será cuestión de tiempo la toma de conciencia y cuestión de ganas las puntas oxidadas que nos queramos clavar, la paciencia será un trámite y la silicona en los oídos puede que selle algunos parches hasta que el demonio vuelva a entrar por la puerta. Hasta que nos demos cuenta de que el problema no era taparse los ojos para que no nos vieran.


No es necesario bajar los brazos ahora ni esconderse tras los muros de la autocompasión, sólo si crees que ha llegado el momento de la resignación habrás aprendido a aceptar tu vida,  encontrar la paz contigo mismo no es una señal de derrota aunque para ello hayas tenido que perder la batalla...la guerra la habrás ganado cuando la balanza rompa las cadenas que te ataban a la vida real.




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