https://www.youtube.com/watch?v=AXzqJucLae8
Atravesar la
montaña no es difícil si tienes alas y caminar al fin del Mundo no tiene nada
que ver con el sacrificio, porque aunque los pájaros no eligieron volar están
condenados a hacerlo y aunque las mariposas no elijan el color de sus alas
saben muy bien que llevan el mismo azul de unos ojos que un día vieron tristeza
en las sonrisas y amor en las despedidas.
Con el
tiempo se destapan los muebles para no ver el polvo que acumularon sus poros y
se rompen los espejos para no saber lo que reflejaron en tiempos mejores y si
nos ponemos serios, para no tener nada que ver con el porqué de su fracaso. A
veces sin saberlo estamos atando con los ojos cerrados la cuerda rota de
alguien que pensó que colgarse de un árbol era mejor que sentarse debajo
a escuchar el viento entre sus ramas.
Desde que
nacemos nos enseñan a morir, es algo que no se elige, simplemente es así y como
la mayoría de cosas es injusto e interesado, el interés mueve al Mundo, es lo
que hace al hombre ser hombre porque no merece llamarse de otra forma y lo que hace que
esconderse de la realidad pueda ser la enfermedad de tu remedio o la solución a
los problemas de los demás.
Que nos
enseñan a morir es un hecho, pero elegir vivir es una posibilidad que la
mayoría rechaza, sólo si eres capaz de buscar en tú mismo una respuesta o mejor
dicho la pregunta que nunca has atrevido a hacerte, tal vez por pasividad, por
letargia o tal vez por miedo a ser feliz, quedará un atisbo de esperanza para poder convertir en imágenes todos esos pensamientos.
A veces
elegir no es una opción y a veces es algo obligatorio, lo difícil es tener el
valor necesario para hacerlo, cerrar los ojos y ver el vacío que nos queda por
llenar y lo terrible que sería que con el tiempo siguiera vacío. No hay mayor
locura que no hacer algo por miedo, ni peor sensación que no tener claro lo que
quieres hacer con tus días, pero cuando no recuerdes nada que merezca la pena
de alguno de los anteriores, sabrás que habrás muerto y podrás empezar a
vivir de nuevo.
La esperanza
no consiste en llenar nuestros estómagos y ver como se mueren las estrellas, no
se trata de vivir esperando ni de pasar cada día sabiendo que nuestra
indecisión no acabará en aguas más anchas, ni tampoco de engañarnos creyendo
estar ocupados y llevando una vida sobre las guías que nos pusieron el día que
vinimos a este Mundo interesado, empeñado en enseñarnos a morir en vida.
La esperanza
está en cada bocanada de aire que tomamos para dar un paso más, en las noches
de insomnio en las que no queremos engañarnos con sueños, en las lágrimas de
impotencia de aquellos que saben lo duro que es el camino a la libertad y lo
difícil que es escapar y no caer en las garras de un lugar en el que para ser un
extraño tienes que vivir ignorando el guión que te dieron al nacer.
Sólo si
crees en tu idea, si sabes que no estás dispuesto a entregar tu alma y
prefieres que tu corazón siga latiendo en vez de estar expuesto en una vitrina
para que los demás reconozcan tus logros, llevarás una vida plena en la que
cada pequeño momento sea el más importante y así poder entender, que ya
morimos una vez. Sólo nos queda aprovechar cada instante antes de que el color
de nuestros ojos vuele entre un mar de margaritas buscando la paz que
perseguíamos en vida.
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