EL ORIGEN DE LA MELODÍA


Coge aire e inspira.


Si sigues intentándo encender la luz,
si tu mirada se perdió hace tiempo
si las batallas en campo abierto
dejaron paso a tu redención.

Si estás intentando pedir perdón
si estás cansado de vagar por la autopista,
si tus deseos de juventud
no vuelven de vez en cuando,


coge  aire e inspira.


Si los perros ladran a tu paso
si la resginación se vuelve liquída en un vaso,
si los lamentos por escuchar
siguen atandote al cuello tu cordón umbilical.

Si las nubes negras siguen siendo negras
si los momentos de paz te siguen sabiendo a guerra,
si la llama de tu interior tiene las horas contadas
y los días en soledad saben a puñaladas dulces,


coge aire e inspira.


Cuando te empeñes en sonreír y te devuelvan dolor,
cuando la puerta esté cerrada,
cuando los peces muertos en la playa
sigan hablando de lo bello que es el mar.

Cuando tengas 8 milímetros de acero en tu boca,
cuando encuentren el camino a tu casa
los cuervos de las noches interminables.
Cuando no sepas volver a tus inicios,


coge aire e inspira.


Cuando lleguen las malas noticias
cuando no sepas como escapar,
cuando tu sentencia esté redactada
y te den la pluma para firmar.

Cuando no puedas más con las curvas en la carretera,
cuando tu bella durmiente despierte de la verdad,
cuando las alas de los aviones se partan por la mitad
cuando las letras de las canciones te escupan toda la mierda,


coge aire e inspira.


Coge aire e inspira toda esa contaminación lumínica
y concentra esa energía en un sólo rayo de luz,
para que cuando no puedas más
recuerdes que yo estaré ahí...

mirando cómo de vez en cuando se te escapa una sonrisa.

Estaré ahí esperándo a ver cómo tus párpados vuelven a remontar el vuelo.






Comentarios